21 oct 2013

Hoy es uno de esos días

Hoy es uno de esos días. No puedo dormir, no por falta de sueño, estoy agotada, sobre todo mentalmente. Es otra cosa, me da miedo dormir y no escribir exactamente lo que siento, necesito hacerlo. Siento un dolor muy profundo dentro de mí. Siento que he hecho el ridículo abriéndole mi corazón a alguien que no lo merece, porque se lo he contado todo, tenía que hacerlo o explotaba, pero claro, ahora me siento mal, siento hasta dolor físico.
Me siento infravalorada por los que me rodean. Creo que soy buena amiga, que doy el cien por cien en mis relaciones, pero veo que eso no se me valora, ni a mí como persona. Y duele. Duele ver que siempre es igual, que las cosas no cambian, que no sé qué coño pasa conmigo. Me arriesgo, confieso mis sentimientos, ¿para qué?, ¿para que ni siquiera te dignes a contestarme? Con eso demuestras que no mereces la pena, ni ahora ni entonces. Pensé que te conocía, que eras un chico dulce y bueno; me equivocaba, sólo eres uno más que añadir a la lista de chicos que me han hecho daño. No tienes ningún mérito, eso lo haría cualquiera, enhorabuena. Gracias por hacerme sentir que no merezco la pena, que no merezco ni un "déjame en paz", sólo tu silencio, para condenarme a no saber el por qué.
Entiendo que las cosas han cambiado, que tú habrás cambiado, que quizá estés con alguien o que tengas hijos, (ya no somos unos críos), pero me hubiera gustado un café y un hablar tranquilamente sobre aquello. Es mi tema pendiente, mi espina clavada.
¿De verdad que no piensas en mí?, ¿ni siquiera tienes curiosidad? Qué suerte..., porque yo nunca he dejado de pensar en ti, siempre me he preguntado qué habría pasado, ¿de verdad que tú no?
Que alguien me explique qué hay de malo en mí, por qué hay quien tira nueve años de amistad a la basura sin motivo aparente. Fuiste mi mejor amigo, el chico que me devolvió la ilusión cuando estaba cegada por el chico del instituto. El que se sabe mi vida de pe a pa. Ese al que yo no le importé nunca, no lo suficiente al menos, no como yo necesitaba. Ese que nunca vino a verme, al que yo nunca pude abrazar. Ese que nunca se dio la oportunidad de quererme, y sin embargo, ese que siempre será mi mejor amigo.

6 jun 2013

Detalles

Si lo pienso bien, las cosas han cambiado muchísimo, yo he cambiado. Le sigo queriendo, yo creo que siempre le querré, pero ya no me afecta como antes. Y si lo pienso bien, siempre supe que no era para mí, pero no hay más ciego que el que no quiere ver. Hacía como que no veía esos detalles que hacen que sientas que no puedes estar con esa persona, que no encajáis, no del todo; que no estáis de acuerdo en las cosas importantes; que no sólo estáis lejos físicamente sino mentalmente a un millón de kilómetros. Seguramente fuera atracción física o un cuelgue o qué se yo. Ahora se ha enfriado todo tanto que siento que no te conozco, que nunca lo he hecho, que fui una idiota, que te cogí cariño para nada, que no sirvió nada de nada. Complicidad tirada a la basura, horas hablando, ¿para qué? Sería triste terminar con la sensación de que nada de lo que pasamos ha merecido la pena.

30 may 2013

Nunca más

Una cosa es abrirse y otra muy diferente dejar que hablen de tu vida como si tuvieran la más mínima idea. Debería estar prohibido. Desconocemos la vida de los demás y nos solemos aventurar a hacer juicios, cuando se nos escapan tantos detalles, tantos matices, tantas situaciones...
Como bien se dice, cada persona es un mundo; cada uno tenemos una manera de ver las cosas, de sentirlas, de disfrutarlas, de sufrirlas. La misma situación para dos personas puede ser (y seguro que lo es) completamente distinta.

24 abr 2013

10

Me acuerdo como si fuera ayer de mis 17. Cómo sentía, cómo pensaba, cómo sufría.
Han pasado 10 años, sí, 10, y no creo ser tan distinta a esa chica; las mismas inseguridades y temores, las mismas idioteces me temo. En cierta manera sigo anclada al instituto, sigo deambulando por esos pasillos buscándote con la mirada, porque... ¿sabes? te echo de menos. Es curioso, llegó un momento en que estaba harta de aquella situación, y ahora daría lo que fuera por volver; qué puto sentido del humor que tiene la vida.
Pero, ¿ es que no ocurrió? Entonces, ¿qué coño pasa contigo?
Soy imbécil, y pensar que me alegró encontrarte...
Aquello, ¿qué era? ¿un juego? Porque para mí fue muy real. Creo que nunca en mi vida he sentido nada parecido por alguien, y tengo serias dudas de que se repita.
No te pedía nada extraordinario, sólo conocernos, y ni siquiera cara a cara.
No lo entiendo, nunca lo entenderé.

13 abr 2013

Sensibilidad

Sólo quien comparte esa sensibilidad tan especial puede entender. Entender lo mal que se pasa, lo que se puede llegar a sufrir y también a disfrutar de la vida. Que tenemos un don mágico que nos hace ver el mundo de una manera diferente y particular. Que sentimos como el que más, pero que también sufrimos como nadie. Que las palabras nos hieren como cuchillas, y que los desprecios se clavan en el alma. Que disfrutamos como niños de las cosas mundanas, y que lloramos y nos emocionamos con casi cualquier cosa. Que nos sentimos raros y extraños en un mundo, la mayoría de las veces demasiado aburrido y convencional para nosotros, como si se nos quedara pequeño. Que nos cuesta encajar y tendemos a sentirnos como bichos raros. Que de tan buenos, somos tontos; pero no es así, lo entendemos absolutamente todo, a veces demasiado.
En ocasiones pienso que me gustaría ser una ignorante, y ser feliz en mi ignorancia.


Foto: River Phoenix tocando la guitarra. Porque él tenía esa sensibilidad, era artista (músico y actor), y para componer y escribir letras creo que hace falta ver el mundo de otra manera, sentir de otra manera, ¡ah! y porque me apetecía. También tú la tenías...

9 abr 2013

Amor y odio

¿Se puede querer y odiar a una misma persona? Necesitarla como la que más, pero a la vez, ser la única que realmente te saca de quicio, te hieren sus comentarios y sus desprecios. Al mismo tiempo necesitarla para poder seguir día a día, quererla y adorarla hasta el infinito, y ser tu punto flaco, tu debilidad. El sólo hecho de pensar que algún día ya no estará te mata, realmente no puedes imaginar un mundo sin ella. Si pudiéramos encontrar un equilibrio...

18 feb 2013

Adiós

Quizá dentro de unos años te arrepientas. Te veas con una vida que no te gusta, demasiado tarde para volver atrás, preguntándote qué será de ella y si estaría dispuesta a volver a saber de ti.
La incertidumbre de no saber es lo peor de todo, peor que los años y la soledad, que el tiempo perdido, que las absurdas lágrimas por una persona que intuyes que no las merece, pero que no puedes evitar que sea tu punto flaco, tu asunto pendiente.
Es la última vez que escribo sobre ti. Se acabó. Ha pasado mucho tiempo, tengo que pasar página, expulsarte de mi cabeza. No merece la pena, nunca has dado señales, ya no hay motivo para seguir con esta mierda, y quizá nunca lo hubo, qué se yo. Se acabó el juego.

10 feb 2013

Hoy te he visto

Hoy te he visto. Trataba de mostrarme indiferente, no sé si lo he conseguido. Cuando tus ojos se han clavado en mí, no sabía qué hacer. Me sentí de nuevo indefensa; volvía a tener diecisiete años y te volvía a encontrar en el pasillo. Cuando me has puesto las manos en los hombros, he sentido que por fin me tocabas. Cuando te he dado la mano te sentía ya familiar. He vuelto a sentir cómo estabas pendiente de mí, tratando de mostrarte indiferente, como solías hacer. Y es que... ya ves, te sigo viendo en otras personas.

La incertidumbre de no saber porqué me está matando. Me empuja a pensar que quizá pensaras que yo no era lo bastante para ti, que sólo era un juego, que no me tomabas en serio. ¿Alguna vez piensas en nosotros? ¿En aquellos años? Yo sí, me acuerdo de cómo era yo y me comparo con cómo soy ahora, y ¿sabes?, no hay tanta diferencia, por lo menos en lo que respecta a ti. Sigo sin saber quién eres y por qué sigues en mi cabeza.

14 ene 2013

Si fuera tú

Si fuera tú no sé si podría dormir bien por las noches. Te cuento porqué; verás, no podría dormir tranquila sabiendo que te dejé escapar, que tú lo intentaste y que yo te ignoré sin motivo. Que nunca podría llamarte y quedar para tomar un café y contarnos nuestras vidas. Que jamás podría besarte aunque sólo fuera una vez y descubrir a qué saben tus labios. Que aquello que hubo entre nosotros nunca podría materializarse en algo real. Si fuera tú, yo no me lo perdonaría. Viviría con una incertidumbre que me iría poco a poco matando. Ojalá y fueras yo, porque así me contestarías a ese mensaje tan inocente que te mandé hace un año.