28 mar 2014

Etapas

No creo en eso de que una persona cambie, no realmente. Si acaso, pequeñas cosas, detalles ínfimos, pero lo que una persona es de verdad no creo que cambie. ¿Yo he cambiado? Algo sí, he madurado, he abierto los ojos a muchas cosas que antes no veía, o las veía pero no tenía la valentía para aceptarlas. Los 28 están siendo como un renacer, no sé... de verdad se podría decir que no parezco la misma, pero sí lo soy, claro que lo soy. La misma chica que soñaba despierta, que se callaba muchas cosas porque siempre ha pensado que mejor callar que decir una estupidez, con una sensibilidad fuera de lo común, con pájaros en la cabeza, que todavía confía en la bondad de algunas personas, pese a todo.



12 mar 2014

Amor

¿Que si creo en el amor? Sí, pero de una manera muy poco convencional. Creo en un amor sin sentido, sin compromisos, sin lazos, sin barreras, sin obstáculos. Un amor que no ate, que no tenga por qué ser para siempre. En muchos tipos de amor. En uno que vaya más allá de toda lógica y regla establecida.
El amor convencional me da pavor, soy incapaz de concebirlo así. Limitarlo a lo establecido es limitar su potencial, lo que realmente es.

5 mar 2014

Volvería sin pensarlo

Ya nunca volveré a esa playa, ni jugaré ni correré sobre esa hierba mojada. Tampoco me reiré con esa risa de la que no tiene preocupaciones ni responsabilidades, ni de la que sabe lo que es perder a un ser querido. Volvería a aquello sin pensarlo. Dejaría atrás los desengaños y las decepciones de la vida, las lágrimas de impotencia, las miradas perdidas echándote de menos. Volvería sin pensarlo a tenerte a mi lado, a conspirar contra el mundo, a ser guionistas de nuestras propias historias, a irnos a la cama a las nueve. Y volvería a tenerte a mi lado.


Nunca supe hacerlo

Te echo tanto de menos... Como el que ha perdido una pierna, a un ser querido, o a ese amigo de la infancia que sabes que ya nunca volverá. Así te echo de menos.
Nunca seré ni la mitad de importante para ti que tú para mí. Es duro tener esa certeza, saber que nunca te tendré delante para darte un abrazo, que nunca veremos esa pelis juntos, que nunca podré besarte, ni acariciarte el pelo, ni decirte lo mucho que te quiero.
La distancia se puede recorrer, pero tu indiferencia es imposible franquearla. Nunca supe hacerlo.


Foto cogida prestada de: http://proyecto-dublin.blogspot.com.es/2011/11/poema-cuantico-xxii-despedida-sinfonica.html