Lucha diaria

Es imposible que la gente llegue a empatizar contigo estando así. No te comprenden, y tampoco se molestan mucho. Sé que es algo con lo que tengo que vivir, pero en el fondo duele. Creo que sé lo que pensarán, y nada bueno se me pasa por la cabeza. Aún así, lucho cada día con todas mis fuerzas contra esta gran adversidad que me toca vivir a cada segundo de cada día. Pero es algo que me agobia y a veces me dan ganas de salir corriendo y dejar esa “presión” atrás. Aunque no solucionaría nada, está claro. Tampoco ayudan algunas cosas, como la poca o nula educación de algunos, de sensibilidad, o las pocas ganas de entablar una conversación calmada conmigo. Intentas que no te afecte pero es inevitable a veces. Pero seguiré al pie del cañón, no me queda otra. Además por X personas que ni me van ni me vienen o por sus desprecios no voy a dejar de decir o hacer absolutamente nada.

te echo de menos

Maldito capullo, te echo de menos...

déjá vu

Recuerdo haber vivido otra vida. Hay recuerdos que para nada me encajan en este rompecabezas que es la vida. Quizá mi alma perteneció a otra persona en el pasado y mi ser y el suyo se han entremezclado de alguna forma. Sería bonito. Eso querría decir que nuestra alma, nuestra esencia, parte de nosotros nunca se va, y le queda legado a otra persona. De esta manera tampoco se entendería la soledad, porque siempre, en cada momento estaríamos acompañados. A quién no le ha pasado tener la sensación de haber vivido ya algo muy concreto que te está pasando en ese mismo instante, como un “dèjá vu”.